España es el noveno país de Europa en coches eléctricos y décimo en puntos de recarga

El miedo a quedarse sin autonomía durante un viaje, alegado muchas veces para no comprar un coche eléctrico, es, cada vez, más infundado en nuestro país.

Un estudio de AEDIVE acaba de revelar que España tiene más densidad de puntos de recarga que Alemania, Suecia o Reino Unido.

Es decir: por cada coche eléctrico que circula por las carreteras de nuestro país, hay más infraestructuras de recarga con acceso público que en muchos estados de la UE.

De esta forma, en España hay once vehículos eléctricos por cada punto de recarga, algo que mejora ligeramente el ratio europeo (que se sitúa en 12).

AEDIVE, asociación que engloba a las empresas del vehículo eléctrico a nivel nacional, y a la que pertenece Movelco, cifra en 8.165 los puntos de recarga de acceso público existentes en España en 2020. Esto sitúa a nuestro país en el décimo puesto del ranking europeo, también en términos globales o absolutos.

Además, España ocupa el noveno puesto en el ranking de vehículos eléctricos de categoría M1, es decir, turismos. De esta forma, el total de coches eléctricos circulando actualmente por nuestras carreteras es superior al de países como Suiza, Dinamarca, o Austria.

Si este dato lo pasamos al porcentaje que representan los coches eléctricos sobre el total del parque automovilístico español, repetimos ese noveno puesto.

Sin embargo, la situación empeora cuando hablamos de incremento en las ventas de coche eléctrico en 2020 respecto a 2019, donde España ocupa el décimo tercer lugar en Europa.

En el crecimiento de infraestructura de recarga, la situación está mejor, de nuevo cerrando el “Top Ten” europeo.

Un impulso necesario

Si bien estos datos contrastados mejoran las visiones negativas y poco realistas respecto a la situación de la electromovilidad en España, desde AEDIVE recuerdan que estamos en un momento decisivo en que es necesario apostar firmemente por consolidar el crecimiento.

Desde Movelco, compartimos totalmente la opinión de AEDIVE, y nos sumamos a su demanda de trasladar a la Administración la necesidad de eliminar las barreras actuales que tiene hoy día el despliegue de la infraestructura de recarga, algo que la asociación ya recogió en un escrito remitido en noviembre a las secretarías de Estado de Energía y de Transporte y a la secretaría general de Industria.

Estas barreras, a juicio de AEDIVE, son económicas, fiscales, administrativas y regulatorias.

El informe tampoco se olvida de citar otros retos a los que se enfrenta la movilidad eléctrica, algunos propios del sector de la automoción en sí, y otros específicos del vehículo eléctrico como el precio, el valor residual o las mayores autonomías y capacidades de recarga.

Sin duda, el panorama está cambiando, y nada tiene que ver ya la situación actual con la de hace ya no diez, sino cinco años. Desde Movelco, seguimos trabajando por acercar la movilidad eléctrica al conjunto de la sociedad en general, y a las empresas en particular.

Queda trayecto, pero estamos en el camino. Europa lo sabe. Y los datos lo demuestran.