¿Superará el coche eléctrico la crisis del COVID-19?

La crisis del COVID-19 ha marcado un punto de inflexión en la producción automovilística de Europa. Esto ha llevado a la agencia europea Transport & Environment a realizar un exhaustivo informe sobre el impacto del coronavirus en el sector del coche eléctrico en la UE, cuyos resultados y conclusiones acaba de publicar.

“¿Superará el vehículo eléctrico la crisis del COVID-19?” es el elocuente título del informe que acaba de publicar Transport & Environment, donde analiza pormenorizadamente las inversiones que tanto las marcas como la propia UE realizaron en los últimos años en Europa, y apunta algunas claves sobre las medidas a tomar en el futuro.

Para empezar, nos pone en situación de cómo estaba Europa justo antes de desencadenarse esta crisis. La realidad es que, tras unos años sin apostar por la nueva movilidad, el pasado 2019 marcó un antes y un después en el auge de los vehículos eléctricos.

De esta forma, la inversión en movilidad eléctrica llevaba a cabo por las marcas (sobre todo Volkswagen) más la Comisión Europea, en el último año, sumaron 60.000 millones de Euros, es decir, 3,5 veces la inversión de China.

De esta cantidad, Alemania fue la gran beneficiada, con 40.000 millones de inversión de Volkswagen más Tesla. Le siguió la República Checa, con 6.600 millones también de Volkswagen, e Italia, con 1.750 millones de FIAT. España, por su parte, recibió 332 millones del Grupo PSA-Opel y otros 42 de Ford.

Además, para toda Europa hay que sumar otros 9.000 millones de euros de la Alianza de las Baterías impulsada por la UE.

Con este panorama, todo indicaba que la tendencia creciente se mantendría en 2020…  De hecho, el objetivo de las marcas era cuadruplicar la producción en sólo dos años (2019-2021), como se ve en este gráfico extraído del estudio.

Pero llegó el COVID-19: las fábricas de coches pararon su producción, las ventas cayeron, y la situación cambió por completo. La producción de coches (en general) cayó en Europa en lo que va de año un 25%.

No obstante, Transport & Environment concluye que los coches eléctricos se vieron menos afectados que otros vehículos… Al parecer, tal y como explican, los planes de aumentar la producción en este 2020 se centraban sobre todo en los dos últimos trimestres, es decir, a partir de julio.

Respecto a las ventas de eléctricos, evidentemente se pararon cuando comenzaron las medidas de confinamiento en toda Europa pero, tal y como apunta el informe, ya se ha empezado a notar un repunte.

¿Quién compra coches eléctricos en Europa?

Otro apunte interesante del estudio hace referencia al público comprador de coches eléctricos en Europa. Los datos indican que las empresas son las que más adquieren estos vehículos, acaparando el 57% de las ventas el pasado año 2019.

Por esta razón, una de las conclusiones del estudio de Transport & Environment es que las ayudas fiscales a la compra de coches eléctricos para la renovación de flotas de las empresas son fundamentales para este mercado.

Principales conclusiones

Las conclusiones y recomendaciones con que se cierra el informe son terminantes:

En el ámbito normativo, considera necesario mantener el objetivo de 95g de CO2 por km para los años 2020-2021, tal y como estaba estipulado. Ya en 2021, habría que revisar la norma sobre emisiones de CO2 de cara a 2030, de modo que, a partir de 2035 sólo se vendan coches de cero emisiones.

Respecto a la recuperación de las ventas, el informe apunta al canal empresa como el que tiene más capacidad de mejorar las cifras del sector eléctrico, por lo que recomienda implantar planes de incentivos dirigidos sólo para coches de cero emisiones, con el objetivo de favorecer el cambio de flotas.

Igualmente, apunta que son necesarias ayudas tanto a empresas como a particulares para la instalación de puntos de recarga.

En el aspecto medioambiental, lo que denominan “Green Recovery Plan”, esta agencia europea es tajante: los gobiernos de los países miembros deben apostar firmemente por el coche eléctrico,  consiguiendo que las marcas prioricen la fabricación de coches eléctricos. Para lograrlo, Transport & Environment sugiere que se  introduzca una “cláusula verde” para cualquier fondo o subsidio respaldado por el Estado, bajo la condición de que ese dinero se destine a vehículos de cero emisiones o tecnología afín, especialmente baterías.