Que el coche eléctrico se está imponiendo es una realidad ya indiscutible. Los vehículos de combustión tienen fecha de caducidad en toda Europa, y las marcas dejarán de fabricarlos.
Esto ha provocado que muchas empresas se estén agobiando sólo con pensar en el desembolso que tienen que realizar para renovar sus flotas para pasarse a la movilidad eléctrica, además de los quebraderos de cabeza que supone reestructurar todo.
Para dar respuesta a este problema, desde Movelco hemos desarrollado una solución global para que esa transición hacia el vehículo eléctrico no sea traumática y se adapte en todo momento a las circunstancias de cada negocio.
Nuestra fórmula 360 tiene en cuenta todos los aspectos relacionados con la movilidad: flota, fiscalidad, recursos humanos, y, por supuesto, tamaño de la empresa, radio de acción y todas las características relevantes.
¿Cómo lo hacemos?
En una primera fase, Movelco realiza un estudio pormenorizado de la flota de la empresa en cuestión, no sólo con intención de electrificarla, sino también –o sobre todo– para optimizarla.
Esto es muy importante, pues nos hemos encontrado negocios que, por ejemplo, tenían coches para tareas que podían cubrir igual o mejor con motos, o con vehículos desaprovechados que pasaban más de media jornada laboral sin ser utilizados.
A partir de ese estudio, y teniendo muy claro el punto de partida, entramos en una segunda fase: el resultado al que queremos llegar. En esta etapa, ya se concretan las soluciones más adecuadas para el cliente: cuántos vehículos necesita, si estos deben ser adquiridos mediante compra o renting, qué clase de vehículos (coches eléctricos, híbridos, motos, ciclomotores…), cuántos puntos de recarga y de qué tipo debe instalar en la empresa,…
También, dependiendo del tipo de negocio, se pueden proponer soluciones como el carsharing corporativo, para que varios empleados compartan el mismo coche de forma eficiente, al saber en todo momento dónde se encuentra el vehículo; o propuestas de mantenimiento de los coches, de los cargadores, e incluso la gestión de los puntos de recarga.
Gracias a que somos una empresa de soluciones globales de movilidad, podemos cubrir todos los aspectos, sea cual sea el tamaño del negocio: desde un autónomo hasta una gran empresa.
Asesoramiento fiscal y ahorro
Otro aspecto más importante es el asesoramiento fiscal. Por un lado, los vehículos eléctricos pagan menos impuestos: están exentos del de matriculación; pueden desgravar el 100% del IVA, y tienen rebajas en el IRPF y en muchos impuestos locales de circulación. Pero, por otro lado, la fórmula más recomendada por Movelco –el renting– es totalmente desgravable. Por eso, para hacer más fácil la vida a nuestros clientes, también revolucionamos el sector ofreciendo la posibilidad de tener los equipos de recarga mediante renting.
Una vez presupuestado todo el plan de transición, entramos en la tercera fase: analizar, según la contabilidad de la empresa, qué plazo necesita para acometer todos los cambios. No hay límite: el cliente decide cuándo quiere terminar. A partir de conocer el plazo, queda una cuarta fase en la que se define el orden prioritario de las acciones a llevar a cabo: qué vehículos cambia primero, cuándo instalar el primer punto de recarga, y así sucesivamente.
Si tenemos en cuenta que en la Unión Europea dejarán de venderse coches de combustión en 2035, el momento perfecto para que las empresas comiencen la transición hacia el coche eléctrico, ya que, de esta forma, podrán hacerlo paso a paso y, de la mano de Movelco, evitar un desembolso importante de dinero.
Por eso, si eres autónomo o directivo de una pyme o gran empresa, no dudes en contactar con nosotros para que te ayudemos en este cambio a la electromovilidad.