Pese a que todos los estados miembro de la Unión Europea tienen unas metas comunes de descarbonización y, por tanto, de implantación de la movilidad eléctrica, lo cierto es que no todos los países avanzan a la misma velocidad.
Así, en el segundo trimestre del año nos encontramos con que España, aunque crece, se distancia todavía más de la media europea en el indicador global de electromovilidad.
Estos datos se recogen en el Barómetro de la Electromovilidad que trimestralmente realiza la patronal de fabricantes de automóviles, Anfac.
Según dicho barómetro, el indicador global de electromovilidad de España se sitúa en estos momentos en 23,1. Es verdad que eso supone 2,3 puntos más que en el primer trimestre del año, pero también es cierto que la brecha con la media europea aumenta, ya que la movilidad eléctrica también crece en Europa, y a mayor ritmo, situándose el indicador en 51,6.
Con esta situación, España se posiciona casi a la cola, con un índice sólo empeorado por Hungría y República Checa.
Por comunidades autónomas existen importantes diferencias. Madrid, Baleares y Cataluña lideran el ranking. De hecho, la primera es la única en superar los 30 puntos, con un 31.
En el extremo contrario se encuentran Galicia, Andalucía y Extremadura, además de las ciudades de Ceuta y Melilla.
Urgente necesidad de puntos de recarga
Este indicador global tiene en cuenta otros parciales que evalúan la penetración del vehículo eléctrico y el desarrollo de infraestructuras de recarga. Y lo cierto es que es este último el máximo responsable de tan mal posicionamiento.
De esta forma, en este parámetro España sólo ha subido 0,7 puntos –incluso dos comunidades autónomas han empeorado– mientras que la UE sigue subiendo. De esta forma, nuestro país apenas tiene un 8,3 frente al 22,9 de Europa. En este caso, solamente la República Checa está peor que España.
Según los datos recopilados por Anfac, en todo nuestro territorio nacional existen actualmente 11.847 puntos de recarga, unos 330 más que en el primer trimestre, una cifra más que insuficiente si pretendemos alcanzar el objetivo de cinco millones de coches eléctricos para 2030.
Pero, además, esos puntos de recarga s son casi todos semirrápidos, cuando lo necesario en estos momentos es desplegar una red de cargadores ultrarrápidos.
En este parámetro, las mejores autonomías son Baleares y Cataluña, mientras que Andalucía y Galicia son las peores y no llegan ni a la mitad de la media
En cuanto a la penetración del coche eléctrico, aunque los datos son mejores que los de los puntos de recarga, tampoco son buenos. El indicador aumenta casi cuatro puntos, hasta 37,8… pero es que el de la UE se incrementa en casi 11, alcanzando un 84,5. De nuevo, el índice español sólo es empeorado por Hungría y República Checa.
Por comunidades autónomas, de nuevo Madrid se sitúa en cabeza, con 55,4, seguido esta vez de Canarias y Baleares. Andalucía, Aragón y Extremadura son las zonas con peor penetración.
El Plan Moves III como oportunidad para acortar la brecha
Al analizar estos datos hay que tener en cuenta que, por esas fechas, todavía no se había puesto en marcha el Plan Moves III, que incluso hoy sigue sin aprobarse en cuatro comunidades autónomas.
Por esta razón, desde Movelco vemos esta situación como un reto, ante el cual el Moves III es una oportunidad para recortar distancias con Europa, oportunidad que no podemos ni debemos desaprovechar.
Es posible que estemos ante una situación única a la hora de implantar puntos de recarga: la aplicación de descuentos de hasta el 80%.
En este sentido, en Movelco tenemos la más completa oferta de cargadores eléctricos, tanto para particulares como para empresas, administraciones, o entidades de todo tipo. Además, no nos limitamos a suministrar un punto de recarga, sino que vamos a buscar la mejor solución para cada caso, en función de las necesidades. Y, por supuesto, tramitamos las ayudas del Plan Moves III, con la garantía que da nuestra experiencia de gestionar este tipo de subvenciones desde que comenzaron a convocarse.
En manos de todos está que los objetivos europeos dejen de ser un sueño inalcanzable para convertirse en realidad.